Aunque sus naturalezas son diferentes, el ajedrez y la cadena de suministro tienen muchos puntos en común. Ambos requieren la capacidad de anticiparse a las jugadas del adversario lo antes posible. Y gran parte de la historia del ajedrez puede enseñar a la cadena de suministro.
Cada acción debe estar bien pensada debido a la imprevisibilidad actual de la cadena de suministro. Hay que tener en cuenta todas las perturbaciones a la hora de calcular las decisiones. Al igual que el desenredo de un jaque mate.
El desarrollo de soluciones a los problemas de la cadena de suministro se ha acelerado debido a la gravedad de las dificultades que se han establecido. Los sistemas de visibilidad de la carga en tiempo real son cada vez mejores. Sin ellos, sería como jugar sin ver todas las piezas del tablero. Por lo tanto, es necesario estar siempre utilizando los sistemas más actualizados disponibles. Trabajar con visibilidad en tiempo real puede resolver los problemas antes de que aparezcan.
El mayor duelo de ajedrez
Otra gran lección viene cuando hablamos del enfrentamiento Deep Blue X Kasparov.
Wolfgang von Kempelen “inventó” la primera máquina de ajedrez, en realidad era un truco para impresionar a la nobleza europea. Pero desde entonces la IA ha tenido varios avances increíbles. En 1996, un superordenador de IBM conocido como Deep Blue tuvo un desafío programado contra uno de los mejores jugadores de ajedrez de todos los tiempos, Garry Kasparov. El jugador soviético fue el campeón desde 1985 hasta el año 2000.
Por primera vez, un robot ganaba un encuentro con un campeón mundial de ajedrez. Sin embargo, Kasparov fue mejor en las siguientes partidas y se llevó la victoria final. En 1997 hubo una revancha, esta la máquina gana con un movimiento considerado imprevisible para ella. Deep Blue sacrificó piezas al principio para ganar en el futuro.
La capacidad de los sistemas avanzados para dar visibilidad a todas las acciones posibles no ha hecho más que intensificarse desde entonces, y ese es el tipo de capacidad que necesitamos. A veces es necesario hacer sacrificios iniciales, y otras veces puede ser demasiado arriesgado.
Tener un sistema operativo integrado como Grydd es llevar un superordenador a la partida de ajedrez. Así se puede trabajar con confianza en la información que se obtiene.