La guerra entre Rusia y Ucrania pone a la cadena de suministro en una situación aún más complicada. Una invasión militar nunca mejora la situación económica, ahora imagine un escenario de lenta recuperación dentro de la pandemia.

Muchas empresas han cancelado las operaciones de importación y exportación en la región. Las mayores empresas no han fijado ningún plazo para la vuelta a la normalidad, el bloqueo se mantiene si hay conflicto.  

La invasión de Ucrania y las consiguientes sanciones occidentales a Rusia provocarán escasez de materiales clave y un aumento de los precios. Además de las limitaciones políticas y logísticas está la inseguridad cibernética que infunde una situación de caos.  

La guerra podría ser incluso peor que una pandemia para la cadena de suministro. Muchos expertos en geopolítica de la región afirman que no hay solución aparente a la expansión bélica de Rusia.  

Incluso las empresas bien establecidas que no hacen negocios en Europa del Este sufrirán graves consecuencias. El potencial devastador de la guerra entre estas naciones afectará a todo, desde la agricultura hasta el sector energético.  

La mejor estrategia para contener los daños es aumentar aún más la visibilidad de la cadena de suministro, diversificar los proveedores y hacer acopio de materiales clave. Los precios del petróleo seguirán subiendo, ya que Rusia es el segundo mayor productor de combustible fósil del mundo.  

Un simple desacuerdo entre los países ya causaría un considerable malestar en la cadena de suministro. Ahora se puede imaginar lo perjudicial que será esta guerra para numerosas categorías industriales.  

En tiempos de guerra, la duda gana terreno.  

Los hidrocarburos, los minerales, los metales y la energía son artículos que también serán más difíciles de comprar. Con la escasez, muchos países inician una política de proteccionismo y de compras irracionales, lo que aumenta aún más el precio de los productos y servicios. 

Es necesario tener planes de emergencia para situaciones inesperadas y desarrollar nuevas rutas y fuentes de suministro. Las empresas que no se preparen para lo que se avecina se enfrentarán a problemas aún mayores.  

A medida que la crisis avance, los responsables de la cadena de suministro reforzarán su capacidad de resistencia y tenderán a equilibrar las inversiones en procesos y tecnología. Estas medidas sólo son posibles después de garantizar la visibilidad de la cadena de suministro para poder identificar los puntos de mejora.  

El efecto en cascada sobre la economía mundial es una certeza para los analistas, tanto el aumento de las tarifas de flete como de otros costes de transporte. El precio del petróleo unido a una profunda inestabilidad exige a las empresas estar bien equipadas para el futuro próximo.  

La solución

La mejor manera de garantizar la integración y la visibilidad necesarias para su cadena de suministro es tener a su lado el sistema operativo Grydd, que establece una comunicación fluida a lo largo de la cadena de suministro. Tome una muestra gratuita.