¿Ha pensado alguna vez en tener que avisar a una familia en duelo de que la lápida del fallecido no tiene fecha segura de estar lista? Eso es difícil…  

Ni siquiera las empresas familiares con años de experiencia en el mercado funerario están siendo capaces de concretar los plazos de producción. Algunas hablan de seis meses, otras de nueve, y algunas tienen previsiones aún más pesimistas.   

En Estados Unidos, el granito para las lápidas proviene de China e India (entre otras fuentes de ultramar con menor capacidad de producción). Mientras que los materiales para la elaboración de la piedra provienen de Europa.  

Los retrasos y el aumento de los precios hacen que los minoristas y mayoristas deban esperar mucho tiempo para recibir sus pedidos. Además, los proveedores nacionales no han podido seguir el ritmo de la demanda. 

El duelo y el mercado

La pandemia ha elevado el número de muertos a niveles aterradores. Esto ha afectado a todo el mundo, pero especialmente a las generaciones mayores, e incluso las personas más sanas ya están pensando en preparar los preparativos del funeral.   

El número de solicitudes ha desbordado a la industria de las lápidas. Incluso los gigantes del negocio han hecho recientemente declaraciones sobre la imposibilidad de satisfacer la demanda con estas condiciones.  

Encontrar trabajadores tampoco ha sido fácil, ni siquiera con los aumentos salariales. Personas que antes ganaban 10 dólares la hora ahora ganan 15 dólares la hora, y los trabajadores especializados han pasado de 20 dólares la hora a más de 40 dólares la hora.  

Los camioneros tampoco se han librado de la crisis del mercado funerario. Las entregas no se realizan a tiempo y muchas empresas no aceptan nuevos pedidos para asegurarse de que cumplirán con los ya realizados. 

Conseguir una lápida es cada vez más difícil

Antes de la pandemia, los proveedores nacionales en EE.UU. garantizaban la entrega en 45 días, mientras que los exportadores internacionales lo hacían en 90. Ahora pueden esperar más del doble 

Aunque la media anual de pedidos ha crecido alrededor de un 20%, el precio de las materias primas también ha subido entre un 3% y un 4% cada enero. Desde 2021 el precio ha tenido ya dos reajustes del 8%. 

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