Los tiempos de guerra son siempre devastadores; todos somos testigos de historias y escenas espantosas. En este contexto, las reacciones a la invasión de Ucrania están apareciendo en todo el mundo. Y la industria del automóvil no se queda al margen.
El Grupo Volkswagen anunció que donará 1 millón de euros a la agencia de ayuda a los refugiados de las Naciones Unidas en Alemania. Tesla también se pronunció sobre la gratuidad de sus estaciones Supercharger en Polonia, Eslovaquia y Hungría.
Volvo suspendió las exportaciones a Rusia y tomó represalias contra la operación militar. General Motors y Renault también han paralizado las ventas al gigante asiático hasta que se conozca el fin de la guerra.
¿Cómo se sentirá la producción de automóvil?
En territorio alemán, Volkswagen tendrá que detener la producción en dos plantas de vehículos eléctricos porque ya no puede obtener piezas de Ucrania. Se esperan más interrupciones en la cadena de suministro de automóviles, ya que hay más de 40.000 proveedores en todo el mundo y algunos de ellos están en el oeste de Ucrania.
Renault también suspenderá temporalmente la producción en Rusia, hay interrupciones en el suministro de componentes. Todo tipo de trabajo está detenido hasta el sábado. La necesidad de controles más estrictos en las fronteras de los países y el intenso tráfico en algunas rutas obliga a replantear la logística.
También hay graves problemas de producción en el Este. Toyota parará la producción en 14 plantas de Japón debido a un fallo sistémico con un proveedor nacional. La pérdida será de 13.000 vehículos diarios de inactividad.
Todavía no hay indicios de que lo ocurrido en Japón esté relacionado con la guerra de Ucrania, pero la interrupción es sospechosa y está bajo investigación interna. El suceso se produjo poco después de que Japón se uniera a Occidente en las sanciones contra Rusia, pero no hay certeza.
El futuro de la cadena de suministro
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