Debido a un reciente brote de Covid, el puerto chino de Ningbo, uno de los mayores del mundo, está cerrando algunas rutas de camiones. Muchas empresas están evitando este centro como destino, y en su lugar optan por Xiamen, en el sur del país.
Otra interrupción de la cadena de suministro está afectando a los puertos chinos, con una ola de congestión que barre el país a medida que los brotes de Covid se extienden por las ciudades. La cadena de suministro está sometida a una gran presión debido a las estrictas pruebas y a la política de tolerancia cero para el Coronavirus.
Los buques portacontenedores en Shangai, otro importante centro de abastecimiento asiático, se han retrasado casi una semana más de lo previsto. Estos retrasos causan estragos en los ya sobrecargados puertos de Estados Unidos y América Latina.
Es útil tener a mano información sobre la asociación entre los casos de Covid y los cierres de puertos en momentos como éste. Además, los datos deben ser fluidos, fiables y no redundantes; sólo el sistema operativo Grydd puede proporcionárselos.
¿Qué podemos esperar de un puerto chino en un futuro próximo?
En el mejor de los casos, no volveremos a las circunstancias del mercado anteriores a la pandemia hasta 2023, y no se producirá una recuperación significativa a corto plazo. Para superar los próximos retos, las redes de suministro deben invertir en resiliencia.
Para que su cadena de suministro sea más resistente, se necesita un mayor inventario, visibilidad de la cadena de suministro de principio a fin y previsiones fiables.
Aunque los analistas del mercado pronostican que las cosas mejorarán en 2022. Omicron causó un gran revuelo y revolucionó la forma de hacer las cosas en el sector. Los bloqueos parciales en China, que es el epicentro de la fabricación de contenedores y de los suministros en general, tendrán ahora repercusiones en toda la cadena de suministro mundial.
Ahora se tarda tres veces más en enviar un contenedor a través de los principales puertos de Estados Unidos que antes. Un tercio de los contenedores en los puertos de Los Ángeles y Long Beach llevaba ya más de cinco días de espera para ser transportados.
En definitiva, el pronóstico no parece ofrecer respuestas rápidas al desequilibrio entre la oferta y la demanda en los puertos estadounidenses y latinoamericanos. Tenemos que estar preparados para las interrupciones de la cadena de suministro global que se avecinan.
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