El transporte aéreo de carga tuvo una fuerte reacción positiva en diciembre, tras un noviembre lento. Debido a la congestión en los principales aeropuertos, en el mes 11 el crecimiento fue sólo del 3,9%, y déspues en el mes siguiente del 8,9%.
La recuperación de final de año ha ayudado a alcanzar la cifra del 6,9% de aumento del volumen de carga en todo el año, con el sector internacional clave superando a 2019 en un 7,4%.
El crecimiento de las aerolíneas norteamericanas fue uno de los mejores en el mes de diciembre. La demanda global fue un 20,5% mayor en comparación con el mismo periodo de 2019. Con el fuerte apoyo del estímulo gubernamental y el robusto gasto de los consumidores, el sector disfrutó de un salto del 20,2% en los niveles de envío para el año. Capacidae se mantuvo indemne al asegurar más aviones para la región transpacífica, famosa por sus altos rendimientos.
La falta de mano de obra cualificada y las interrupciones en la cadena de suministro afectaron las oportunidades de crecimiento en 2021. Muchas empresas mantuvieron sus puertas abiertas para la carga aérea. El estancamiento en el número de pasajeros desde el inicio de la pandemia se mantiene debido al número de restricciones. Pero, en general, las cifras predicen un 2022 con un desarrollo considerable.
Algunas organizaciones de carga aérea difieren en las cifras publicadas. Esto se debe probablemente a las diferencias en la metodología de medición.
Hay varias razones que explican el aumento del transporte aéreo de mercancías. El aumento de la producción industrial, el crecimiento del comercio de mercancías, los bajos niveles de inventario, las interrupciones en el transporte marítimo y los brotes de pandemias que requieren equipos con urgencia. La creciente infección también puede hacer que las fábricas y los transportistas retrasen su actividad, lo que reduce la cantidad de carga aérea enviada.
Más de la mitad de la carga anterior a la crisis se transportaba en la panza de los aviones de pasajeros.
La cantidad de pasajeros en diciembre descendió un 45% respecto a 2019, sin la Omicrón esa recuperación habría sido mucho mejor. En el conjunto del año, el tráfico de pasajeros bajó un 58,4% respecto a 2019 y un 75,5% en el caso de los viajes internacionales, con un 65,3% menos de capacidad.
Antes de la nueva variante, el tráfico internacional estaba recuperando el impulso con fuerza, excepto la región de Asia-Pacífico. Ahí la lucha contra la pandemia es más intensa y las restricciones fronterizas son más estrictas.
China, por ejemplo, ha prohibido temporalmente los viajes desde varios países, y los viajeros que llegan deben someterse a pruebas y a un aislamiento de 14 días.