Las empresas que operan en el comercio internacional se enfrentan a una serie de retos y riesgos que requieren atención. Sin embargo, es posible mitigarlos eficazmente con los métodos y tecnologías adecuados.   

Riesgos del comercio internacional 

En el mercado internacional existen muchos riesgos que podrían arruinar sus transacciones. Las empresas suelen tener que enfrentarse a diferentes tipos de problemas, como los éticos, de transporte, de crédito, de moneda, etc. Todos estos riesgos a veces afectan directamente al valor de tu producto o servicio, a la autorización para venderlos o producirlos, o a la imagen social de tu empresa, entre otros. Por lo tanto, para afrontar y superar estos riesgos, es necesario identificarlos y clasificarlos. A continuación, una lista de los principales tipos de riesgo que acechan al mercado internacional.   

Riesgo de cambio 

El riesgo de cambio suele referirse a las cuentas por cobrar y por pagar de los contratos que están o estarán pronto en vigor. Los valores de las monedas extranjeras cambian constantemente, lo que significa que las empresas se verán a veces obligadas a convertir los fondos generados en el extranjero a precios inferiores a los que habían presupuestado. En este caso, las empresas necesitan obtener herramientas que les ayuden a analizar el mercado y les lleven a aprovechar cualquier riesgo de cambio.  

Riesgo de crédito en el comercio internacional

El riesgo de no cobrar un crédito se conoce como riesgo de contraparte o de crédito. Las empresas pueden mitigar este riesgo expandiéndose en los mercados globales de varias maneras. Aceptar el 100% de la cantidad adeudada, o un porcentaje razonable, antes de prestar los servicios en el momento de realizar el pedido puede ayudar a reducir los costes administrativos y los gastos financieros. Esto elimina la posibilidad de impago. Aunque esto puede resultar difícil para las nuevas empresas y los exportadores, es fácil de solucionar. Otra posibilidad es conseguir un compromiso otorgado por una institución financiera en el que ésta se compromete a pagar una suma específica al proveedor de servicios/productos a cambio de la entrega en un plazo determinado. Esto protege tanto al vendedor como al cliente. Contiene una descripción completa de la carga, así como las condiciones de venta.   

Riesgos éticos

La reputación de una empresa internacional es uno de los mayores activos. La capacidad de mantener altos estándares éticos y ser un buen ciudadano al mismo tiempo es un reto en cualquier mercado. Por lo tanto, operar en el comercio internacional puede hacer que los directivos y directores generales duden de sus propios valores. Esto significa que deben cuidar especialmente sus costumbres y condiciones sociales, independientemente del lugar en el que hagan negocios. Por lo tanto, debes asegurarte de que tus socios y proveedores extranjeros se adhieran a tus normas y valores éticos dondequiera que operes. 

Riesgos políticos en el comercio internacional

Los riesgos políticos están relacionados con las barreras comerciales no arancelarias, la prohibición de exportar productos, o las leyes de cambio de la organización financiera en determinados países. Esto significa que, antes de hacer negocios en el extranjero, hay que investigar todo lo posible y estar abierto a recibir restricciones u objeciones.  

Riesgos del transporte marítimo

Dentro de los camiones y los barcos (o incluso fuera de ellos) pueden ocurrir muchas cosas si no hay una vigilancia adecuada. El seguimiento de la carga te protege de robos o vandalismo. Sin embargo, te enfrentarás a otros problemas, tales como la contaminación, la incautación, los accidentes, las pérdidas y las roturas, etc. Por lo tanto, necesitas supervisar el estado de tu carga para ver si se producen daños en ella, dónde se producen y por qué se producen.    

A pesar de todos estos riesgos, la mayoría de ellos son inevitables porque los responsables de la cadena de suministro no reciben información precisa sobre lo que ocurre en el comercio internacional. Es esta falta de información la que hace que no estén preparados para hacer frente a los cambios de moneda, de política, de transporte, etc. Además, no afrontar estos retos los lleva a poner en peligro su propia ética y sus valores al perseguir los objetivos empresariales. Por ende, si quieres empezar a superar estos problemas, invierte en tecnologías digitales para obtener información precisa y actualizada las 24 horas del día.